Salir de tu zona de confort

Estando en la rutina actual conseguiremos los resultados que ya tenemos, para obtener resultados diferentes, tenemos que salirnos de nuestra situación actual, cambiar nuestros hábitos y forma de pensar.

Para llegar a nuevas metas, tendremos que arriesgarnos a sentir ansiedad, algo de miedo, inseguridad al principio y hacer actividades que no se nos dan tan bien, lo que tenemos que hacer es ser conscientes de la ansiedad que genera esas situaciones y aprovechar esas “emociones” como impulsor de nuestros proyectos.

Para ir más allá de nuestros horizontes, tenemos que hacer cosas que normalmente nos incomodarían un poco. Algunas actividades que te pueden ayudar a pensar o sentir de manera diferente son involucrarte en tareas creativas que no haces cotidianamente, como aprender un estilo de baile nuevo, dibujar, pintar, entre otros.

Al lidiar con nuevas actividades que no sean excesivamente contraria a lo que haces, te conviertes en un ser más dinámico y mas activo a los cambios del entorno. lo cual nos lleva a salir de la zona de confort en menos tiempo.

Al exponerte a lugares diferentes, tu mente cambia ciertos patrones que tienes. Si te mudas a un nuevo apartamento o te vas a vivir a una nueva ciudad, algunos hábitos cambian debido a que el entorno cambio. Por ejemplo, al estar en un país con estaciones climáticas, eres mas consciente del paso del tiempo, a comparación de vivir en un país tropical en donde los días son muy similares. Lo cual influye en las compras que haces, la gente con la que interactúas, tus planes de vacaciones y más.

Esta sugerencia te ayudara a ser mas consciente de algunas actividades que antes no reflexionabas.

Muchas personas cuando establecen metas y no las alcanzan, se llenan de “justificaciones” para sentirse mejor por no lograr los resultados planeados. Cuando adoptamos las excusas como algo normal y no damos todo nuestro potencial, racionalizamos esas justificaciones y las damos por ciertas. Por ejemplo, “No pude alcanzar esas metas de ventas porque vivo muy lejos y tengo otras actividades más importantes”.

Ser consciente de la incomodidad que genera una meta y de las actividades nuevas que tendremos que hacer, es muy importante, debido a que ya no negociamos y aceptamos las excusas, si no las enfrentamos y las superamos.

Una buena forma de salirte de la zona de confort es arriesgarte a conocer gente nueva, aunque nos incomode un poco; el tener nuevas charlas y otros puntos de vista, nos puede fastidiar un poco, mas si son muy opuestos a los nuestros, pero podemos sacar provecho de esa interacción para tener un nuevo aprendizaje.

Ejemplo, hablar con una persona con pensamientos políticos diferentes nos puede llevar a charlas muy acaloradas, pero podemos ser mas conscientes de puntos de vista que antes ignorábamos.

Si tu entorno y tus seres queridos saben que quieres comenzar nuevos proyectos, seguramente te darán consejos de como hacerlo o de porque no hacerlo. Al escuchar estas opiniones, nos pueden servir de ancla o, por el contrario, apalancarnos en esas situaciones para proyectarnos.

Una situación muy común es el decidirnos a renunciar a un trabajo y comenzar un negocio, te dirán mil y una experiencias de como les fue en sus emprendimientos.

La parte espiritual tiene a depreciarse con el paso del tiempo, debido a que ponderamos las cosas materiales por encima de esta área.

Podemos cambiar haciendo actividades de respiración controlada, yoga, meditación, oración, entre otras. Nos ayudaran a gestionar mejor nuestro estrés y a tener relaciones mas saludables con nuestro entorno.